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¿Cómo puedo saber si el pellet que compro es de buena calidad?

Utilizar pellets de buena calidad es muy importante si queremos que nuestra caldera de biomasa funcione de una forma óptima. Los que ya cuentan con uno de estos equipos en su vivienda o negocio lo sabrán por experiencia. Un combustible de baja calidad puede comprometer el correcto funcionamiento de la caldera, disminuyendo el rendimiento de nuestra instalación y requiriendo más acciones de mantenimiento o incluso incidencias en su funcionamiento. Por lo que si estás pensando en adquirir una caldera de pellets y quieres sacar el máximo partido a tu caldera, ten muy en cuenta los siguientes consejos que te vamos a ofrecer a continuación.

No todos los pelles son iguales

Desde el año 2011 existe una norma europea (EN 14961-2) que establece una serie de criterios de clasificación de la calidad de los pellets y diferentes sistemas de certificación con su correspondiente sello de garantía que resultan de gran ayuda al usuario final, quien podrá verificar a través de esos sellos que el pellet que está comprando cumple con las características de calidad mínimas establecidas.

Aunque existen diferentes sistemas de certificación, el más frecuente en nuestro país es la certificación de calidad ENplus, que divide a los pellets de madera para uso no industrial en tres calidades según sus características técnicas:

  • La clase A1 hace referencia a pellets de madera virgen. Es decir, a restos de madera que no han sido sometidos a ningún tratamiento químico, por lo que su contenido en cenizas, nitrógeno o cloro es menor.
  • Los de clase A2 contienen más cenizas, nitrógeno y cloro. Recuerda: cuanto mayor sea el porcentaje de cenizas, peor. Esta puede generar problemas de corrosión y más emisiones. Lo que significa que el equipo necesitará un mayor mantenimiento.
  • Y por último, la clase B permite, a diferencia de los anteriores, utilizar madera que proviene del reciclaje.

Y si no está certificado…

Si nos encontramos en esta situación podemos estar corriendo el riesgo de adquirir un pellet que sea de mala calidad, el cual se consumirá mucho más rápido, dejando más residuos de los habituales en la combustión y con posibles atascos (exceso de humedad, polvo) en nuestra caldera de biomasa.

Existen una serie de indicadores, como el color o el tamaño de los pequeños cilindros de madera, que nos pueden dar una pista de si andamos acertados o todo lo contrario. Aconsejamos fijarse en que el color sea uniforme y brillante. Si los colores son extraños puede ser una señal de que contiene otros materiales (plástico, papel…). Y si ves que tienen grietas, cortes o que se rompen con facilidad ten por seguro que el pellet es de baja calidad. También puede ser interesante preguntarse por la densidad del mismo. Si al lanzar un grano de pellet al agua éste flota… ¡mala señal!

Nuestras calderas son muy robustas y adaptan su funcionamiento, dentro de unos límites, a las características del pellet que utilicemos. Y a pesar de ello, desde Hargassner seguiremos recomendado el uso de pellet certificado.