¿Cómo saber si un pellet es bueno?

Es importante tener en cuenta que el uso del pellet de calidad contribuirá a obtener un mayor rendimiento calorífico. De esta manera, nuestras estufas funcionarán en óptimas condiciones y generarán menos residuos. Dicho esto vamos a ver los cinco aspectos fundamentales para identificar un buen pellet.

• Debe tener un brillo distintivo. Un pellet de calidad se caracteriza por su aspecto brillante, su superficie lisa y uniforme, sin presencia de polvo.
• Debe tener un color uniforme. Si el color no es homogéneo, es posible que contenga componentes como papel o plástico, lo cual reduce su calidad y eficiencia.
• Estructura compacta: no debe presentar cortes ni grietas, y al tocarlo, no debe desmoronarse fácilmente.
• Mayor densidad que el agua: debe tener una densidad superior a la del agua, lo cual puede comprobarse sumergiéndolo en agua y verificando si se hunde. Si se hunde significa que tiene la densidad adecuada.
• Tiempo de inmersión: si después de unos cinco minutos de estar sumergido, sigue hundido y compacto, indica que contiene aglutinantes o adhesivos artificiales que generan un exceso de humo durante la combustión.

La calidad del pellet está estrechamente relacionada con el correcto funcionamiento de la estufa. Para evitar problemas, se recomienda utilizar pellets certificados con la etiqueta ENplus. Esta certificación es otorgada por las asociaciones nacionales del sector de pellets, que se reúnen en el European Council (EPC) bajo la supervisión de AVEBIOM, propietario de la licencia de la marca ENplus.

Para los usuarios, la presencia de una marca representa la garantía de contar con características certificadas y una calidad constante a largo plazo. Podemos dividir los parámetros más relevantes en cuatro categorías:

1. Durabilidad mecánica: depende de la cantidad de polvo presente en el saco d pellets. Una menos presencia de polvo garantiza una mayor durabilidad y evita obstrucciones en la estufa.
2. Contenido de cenizas en el pellet: este factor determina el residuo que se genera al final de la combustión en la estufa. Un alto contenido de cenizas puede ocasionar problemas de combustión debido a la obstrucción de los orificios del brasero, además de aumentar la emisión de partículas en la estufa.
3. Longitud del pellet: la longitud del pellet influye en la capacidad de carga autónoma de la estufa y, por lo tanto, en la uniformidad de la carga a lo largo del tiempo.
4. Propiedades químicas: estas propiedades determinan la formación de residuos metálicos en el brasero, problemas de emisiones atmosféricas relacionados con el nitrógeno y el cloro, y la posibilidad de corrosión en las partes que componen la estufa debido a la presencia de cloro.