Los peligros de utilizar pellets sin certificación

El proceso de fabricación de pellets no es sencillo, y dependiendo del material utilizado, se obtendrán unos resultados u otros. La técnica de hacer pellets consiste en triturar madera en trozos muy pequeños y prensarlos para conseguir que queden lo más compacto posible. Su preparación conlleva la utilización de maquinaria industrial, cuyo resultado no se puede igualar con pequeñas peletizadoras usadas en algunos casos para pequeñas producciones.

Esto puede llevar que el producto final no tenga la calidad necesaria, lo que puede suponer un riesgo para nuestra caldera, tanto para su eficiencia como para su vida útil, ya que el desgaste puede ser mucho mayor que con pellets certificados.

Otro aspecto a tener en cuenta es el nivel de la humedad, tanto de la materia prima como del resultado final por lo que hay que tratar de secarlos lo mejor posible con maquinaria a baja temperatura, ya que, de lo contrario, podría quemarlos, o dejarlos secar al aire, lo que conlleva un tiempo. Los pellets no certificados suelen tener mayor índice de humedad, lo que implica que se necesita mayor cantidad de combustible para generar el mismo calor. Por tanto, los pellets no certificados implican un gasto superior y un menor rendimiento.

Teniendo en cuenta estos factores, queda demostrado que los pellets deben ser certificados, pues la ausencia de la misma pueden poner en peligro la estufa o caldera, además de suponer un menor rendimiento y por tanto mayor gasto.