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Te contamos cómo se hacen los pellets
Estos pequeños y humildes cilindros prensados guardan dentro de sí un enorme valor. De alto poder calorífico y coste bastante razonable, te contamos cómo se llega a este producto eficiente y sostenible, que puede hacer tu vida diaria más confortable… y reducir mucho el gasto para tu bolsillo frente a combustibles fósiles.
Los pellets están hechos de biomasa, claro está, lo que los hace sostenibles. Pero, como ocurre con cualquier producto elaborado, no todos son iguales. En primer lugar, hay un factor esencial a tener en cuenta. Una sencilla prueba que tú mismo puedes hacer te lo revela: toma uno en tu mano un pellet y obsérvalo, comprueba que no esté agrietado ni hinchado. Así debe ser, pues una humedad superior al 10% dificultará la adecuada combustión, y esto es algo muy a tener en cuenta.
Y, ¿cómo es el proceso por el que la biomasa llega a convertirse en este cómodo combustible? Bien, el proceso es sencillo, pero debe seguir unos estándares de calidad. Se comienza por seleccionar la materia prima (básicamente madera) y esta pasa por un aparato que se llama trommel, que separa la corteza. Esta no se introducirá en el producto final, porque generaría demasiadas cenizas. Y esto puede ser un problema. Pero nada se descarta, porque la corteza sí se usa a menudo en el mismo proceso para generar calor con el que se secará el material del pellet.
Una vez hecho descortezados, los troncos pasan al proceso de astillado, cuando unos potentes molinos reducen la leña a fragmentos más pequeños que a su vez se vuelven a moler. Es aquí cuando se hace necesario eliminar el exceso de humedad, lo que se conoce como secado.
Una vez que las pequeñas astillas han bajado su punto de humedad hasta un nivel aceptable, se introducen en un segundo molino que reduce aún más el tamaño de la biomasa; de hecho, hasta que es prácticamente una pasta. Una máquina obliga a este material a introducirse a mucha presión por los agujeros de un tambor, de forma parecida a como se hace la carne picada en una carnicería. En este caso, un producto natural de la madera llamado lignina ayuda a que las partículas de los pellets tengan cohesión y adquieran su característica forma de pequeños cilindros prensados, compactos y con la superficie un poco brillante.
Existe una normativa que determina la calidad y, por supuesto, no está permitido el uso de madera reciclada que pueda contener barnices, pinturas u otros elementos químicos que podrían ser tóxicos al quemarse. Si están fabricados como debe ser, generarán poco humo y no demasiadas cenizas.
Cuando adquieres pellets para tu caldera Hargassner, recuerda: tan importante como la producción es el almacenaje para evitar que absorban un exceso de humedad y dificulten así la combustión.